

El vestuario actual nos llega desde los tiempos precolombinos de Honduras, y de acuerdo a la tradición de los dos grandes grupos del área. Se vestían con ropas de algodón los grupos indígenas mesoamericanos: Mayas, Lencas, Chorotegas y Pipiles, y los grupos indígenas no mesoamericanos como: los Pech, Tawaka (sumos) Misquitos (zambos) y Tolupanes (hicaques), se vestían con ropas hechas del árbol llamado tuno.

El traje típico de la mujer puede variar mucho en cuanto a colores, es el diseño lo que nunca suele cambiar ya que esto es lo que lo hace único. El hombre utiliza un traje completamente blanco que se caracteriza por ser un tanto amplio. La camisa puede estar decorada con algunos bordados de color. El hombre calza elegantes zapatos negros que hacen que toda su vestimenta resalte. El traje tradicional de Honduras logra que una cultura se diferencie y pueda ser tomada en cuenta simplemente por llevar una vestimenta compleja que está cargada de cultura.

Los mesoamericanos tenían ropa cotidiana y vestuario ritual para las danzas regionales. Para los hombres, las danzas regionales, para los hombres, la ropa incluía taparrabo, camisa sin mangas, capa de manta que usaban en forma diagonal o una túnica agarrada con fija en el cinturón, en el pelo usaban penachos con plumas para ocasiones ceremoniales, turbantes, o el pelo suelto con un moño, usaban caites o sandalias, pulseras, collares y aretes. Para la danza usaban rodilleras de quiebra muelas o tobilleras de madera de chinchines. La piel de jaguar, tigrillo u ocelote y una cola de plumas eran accesorios especiales para la danza, tenían escudos decorados con plumas en forma cuadrada. Esta información se ha recopilado de las vasijas lencas y las esculturas mayas en los museos de San Pedro Sula, Trujillo y Tegucigalpa; podríamos decir que los guerreros de protegían con sayos o corceletes de algodón basteados, que impedían que les hicieran daño las lanzas o flechas.
